Ganó cuatro veces la Triple Corona. Doce veces ganador del Olimpia de plata en polo y uno de oro: con Harriott son los únicos polistas que lo consiguieron. Ahora en la rutina del descanso antes de emprender viaje a Estados Unidos, donde desarrolla su actividad profesional con el equipo Valiente, Adolfito habla de todo.
Muchos se asombraron por tu vigencia. En la final parecía que tenías 25 años y no 43. ¿Qué pasó?
Nada, yo venía normal. Fue una temporada medio atípica, con las postergaciones por la lluvia, por el G-20. Me costaba tomar ritmo, eso que yo llamo "agarrar rutina". Tuve muchas charlas con María, con mi profe Paidu (Juan Carlos Menchón). Y en la semana previa de a poquito empecé a jugar la final, a sentir un poco más la pelota, a tener más confianza. Llegué al partido sabiendo que estaba bien, que podía meter los penales, seguro de la cabeza. Y cuando andás bien de arriba, se te empiezan a aclarar las ideas.
¿Tuviste miedo de tener que retirarte? ¿Lo pensaste en esos tiempos de lesiones recurrentes?
Y sí, cuando estás con un dolor de ciático que no te deja dormir... No podés entrenar. Me molestaba para vivir, en el día a día, no solo para el polo. La pasaba mal. Ni pensaba en seguir jugando. Estaba pensando más en lo que podía ser mi vida una vez que dejara el polo. Se me cruzó más que nada por eso: cómo carajo iba a hacer para sentirme bien en el resto de mi vida. Me tenía que dormir con un valium para tratar de no andar de costado. La de ciática fue la peor lesión. La tuve un año y pico. Los estudios no eran buenos. Empecé a hacer distintas cosas para superarlo. Bob (Jornayvaz, su patrón estadounidense) me recomendó un lugar en Estados Unidos, en el cual la pegaron, me ayudaron mucho. Con ejercicios y constancia, la pude superar. No del todo, pero ya sé como manejarme.
Esté jugando bien, regular o mal, La Dolfina gana las finales. ¿Por qué? ¿Qué tiene de diferente respecto del resto?
Tiene un equipazo. Cada uno en su puesto. Tiene a Juanma Nero que es el mejor back de la historia. Tiene un talentoso como Pablo Mac Donough y tiene el mejor 2 del mundo, que es Pelón y que en las finales siempre se prende y es figura. Damos un plus en la final, sabemos jugarlas. Nos gustan esos partidos. Obvio que en algún momento vamos a perder, pero por ahora se nos vienen dando a favor.
Archivo: La Nación del 26 de diciembre de 2018
Comentarios
Publicar un comentario