El día que la Reina de Inglaterra inauguró la tienda de La Martina ubicada en el Guards Polo Club de Windsor, en 2008, Lando Simonetti, fundador de empresa argentina de indumentaria, confirmó que había alcanzado su objetivo: crear una marca internacional de la mano del juego del polo. El empresario, nacido en Italia y radicado en Argentina desde su niñez, ya tenía esa meta definida cuando puso en marcha el proyecto en 1985, después de una larga carrera como ejecutivo en el sector textil. Su emprendimiento empezó con la venta por catálogo de un bolso de cuero diseñado para los polistas argentinos que viajan por el mundo. Tres décadas más tarde, La Martina es una empresa familiar con un centenar de tiendas de ropa informal, accesorios y equipamiento para el polo en 56 países de Europa, América, Asia, Oriente Próximo y África, y una división dedicada al propio juego que organiza unos 70 eventos deportivos por año.
El hijo del fundador y actual presidente de la empresa, Adrián Simonetti, afirma que la marca combina el estilo más británico del deporte, asociado a la realeza, con la esencia del polo argentino, más ligado al hombre de campo y con cierta influencia gauchesca. “Desde un principio la marca tuvo un relato que asociaba sus productos con el polo más auténtico”, afirma. Su primer lanzamiento, a mediados de los años 80, seguía esa estrategia de forma casi literal: un bolso de cuero crudo artesanal que traía dentro un cassette con la voz del polista argentino Alberto Heguy, uno de los mejores jugadores del momento. “Se escuchaba de fondo el ambiente de un partido y los caballos, y él narraba lo que significa ser un polista en Argentina. Tuvo una gran demanda. Al principio no dábamos abasto”, recuerda Simonetti. Muy pronto sumaron al catálogo las sillas de montar, las botas, los cascos y varios accesorios.
Pocos años después llegaron las camisetas de jugadores con colores llamativos que se han vuelto un sello distintivo de los escaparates de La Martina, ubicados en enclaves del lujo como Saint Tropez, Puerto Banús o Dubai. Las nuevas prendas salieron al mercado después de la campaña más exitosa de La Martina para posicionar la marca en el mundo del polo, a principios de los años 90. Fue una estrategia ejecutada desde el propio césped de las canchas del barrio de Palermo, en Buenos Aires, donde se juega el torneo de mayor nivel deportivo del mundo. “Creamos un equipo de La Martina con jugadores muy buenos y llegamos al Abierto Argentino”, resume Simonetti.
Comentarios
Publicar un comentario