Dos equipos, cuatro jinetes en cada uno, sobre un campo de hierba de 270 por 150 metros y tratando de llevar una pelota a la portería rival valiéndose sólo de su destreza y un taco de madera. Esta sería la descripción objetiva del que se considera el deporte más antiguo del mundo, cuya práctica se remonta a casi dos mil años atrás. Y sin embargo, el polo es mucho más. Por eso durante años ha estado reservado a las élites, jugado sólo por reyes y emperadores y hoy, es todo un clásico que cuenta cada vez con más seguidores.
Dice la historia que el primer partido de polo del que hay constancia enfrentó a persas y turcomanos en la antigua Persia que hoy es Irán, y que fue creado por las tribus de Asia Central como método de entrenamiento para la caballería de élite del Rey. Por eso los períodos de tiempo en que se divide cada juego, de 7 minutos y llamados chukker, representan la cantidad de esfuerzo que un caballo puede resistir. Porque si hay algo en lo que están de acuerdo todos aquellos que lo practican es que gran parte del éxito de un equipo depende en gran medida de la habilidad de los caballos.
Quizá por eso muchos lo consideran el deporte de la jet set, o, al menos, de un perfil de jugador que puede permitirse el tiempo y el cuidado que implica practicarlo y contar con caballos y espacio para ello. Sea como fuere, la fuerza del animal y la destreza de quien lo monta suponen una danza elegante sobre el campo, hecho que hace que en Latinoamérica sea un deporte de masas, concretamente en Argentina, país considerado la capital del polo por antonomasia.
Y es sin duda Sotogrande una de las zonas más privilegiadas para acoger este deporte, no en vano posee algunos de los mejores campos para practicarlo, además del mencionado Santa María Polo Club, tenemos el Ayala Polo Club o La Querencia Polo Club, aunque el Real Club de Andalucía está en Sevilla. Baleares no podía quedarse fuera, con el Ibiza Polo Club, en un enclave ta extraordinario como las propias islas. Cataluña tiene una de esas maravillas de la naturaleza con el Club de Polo Sant Antoni de Viladrau en medio del Parque Natural del Montseny. Y en la capital, la Federación Madrileña de Polo pone a disposición de los interesados los mejores emplazamientos donde practicarlo.
Marzo es el mes elegido para que comiencen las distintas competiciones en España, aunque no es el único país donde practicarlo. Reino Unido acoge el Trofeo Príncipe de Gales en el Royal County of Berkshire Polo Club en Windsor, y la región francesa de Chantilly acoge el prestigioso Abierto de Francia en el Chantilly Polo Club. Pero es sin duda Argentina el que está contando las horas, a tan sólo 10 días de comenzar su calendario, inaugurándolo el 10 de febrero en el Campo Argentino de Polo en Palermo. Y como Argentina es sin duda uno de los paraísos del sur del continente americano, la práctica de este deporte, o al menos asistir a uno de sus encuentros en el país con más tradición, parece un buen pretexto para viajar hasta allí.
A 120 kilómetros de Buenos Aires se encuentra el hotel La Bamba de Areco Relais & Chateaux, en el corazón de La Pampa y con tanta tradición que posee su propio equipo de Polo, desde 718 euros por noche.
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